UNIVERSITAT DE BARCELONA  I   IBEI 

Percepciones públicas de los grupos de interés

Projectes de recerca en l’àmbit de la qualitat democràtica

Financiado por l’Agència de Gestió d’Ajuts Universitaris i de Recerca -2017DEMOC00003

 

¿Cuál es la percepción pública de los grupos de interés? ¿Qué explica que la gente apruebe o desapruebe su papel en la política y sus formas de actuación?

La información sobre qué grupos de interés tienen acceso al proceso de formulación de políticas y / o las consecuencias de las actividades de lobbying es escasa. Sin embargo, la mayoría de los ciudadanos consideran que los grupos de interés son una fuente importante de desigualdad política e ineficiencia regulatoria. Por esta razón, estamos desarrollando un estudio sobre las percepciones públicas de los grupos de interés. Nos enfocamos en el tipo de grupos de interés -organizaciones no gubernamentales, grupos empresariales, profesionales y sindicatos-, las prácticas que emplean para tener acceso al proceso de toma de decisiones y el alcance de sus actuaciones. El objetivo de este proyecto es explicar las actitudes del público hacia los grupos de interés mediante una serie de estudios empíricos,

La investigación sobre la influencia o la efectividad de los grupos de interés ha ignorado en gran medida a la opinión pública como un factor crítico para comprender el desempeño de los grupos de interés. Una excepción importante es el estudio de la opinión pública como un factor contextual crítico que determina el éxito de los procesos de influencia (Rasmussen, Mäder, & Reher, 2017). La información sobre las percepciones de los ciudadanos sobre los grupos de interés es muy escasa. Algunas investigaciones se han centrado en la capacidad de los grupos de interés para transformar las percepciones de los ciudadanos sobre los problemas. Sin embargo, no hay un análisis sistemático sobre cómo perciben los ciudadanos a los grupos de interés y por tanto carecemos de evidencia sobre la forma en que esas percepciones varían según sus prácticas, el tipo de estrategias de movilización que utilizan, su compromiso de promover cambios en las políticas, o su cumplimiento de los principios y regulaciones de transparencia (es decir, registro de los grupos de interés o procedimientos para la protesta).

Sabemos que los rasgos y prácticas del grupo de interés afectan las percepciones de los ciudadanos. En un contexto de atención limitada, los grupos de interés compiten y / o construyen alianzas para influir en los problemas de las instituciones políticas y la opinión pública en general. Al hacerlo, adoptan una variedad de estrategias diferentes (Jones & Baumgartner, 2005; Kingdon & Thurber, 1984). Por un lado, como la mayoría de los problemas no son evidentes, una de las actividades clave de los grupos de interés es crear nueva información y desarrollar indicadores sobre la escala y las consecuencias de un problema. Por otro lado, la capacidad de los grupos de interés para llamar la atención sobre los problemas también depende de su capacidad para afectar el proceso mediante el cual las personas desarrollan una conceptualización particular de un problema y reorientan su pensamiento sobre un tema (Chong & Druckman, 2007). Los problemas pueden verse desde una variedad de perspectivas y su interpretación tiene implicaciones para múltiples valores y preocupaciones (Jones & Baumgartner, 2005; Schneider & Ingram, 1993). Los grupos de interés buscan ganar la batalla política desplazando el foco del debate en la dirección de aquellas dimensiones que mejor satisfagan sus intereses, mientras intentan convencer a los legisladores y otros aliados potenciales -incluida la opinión pública y los medios de comunicación- de que su propuesta es a la vez conveniente y factible en términos técnicos y económicos, y congruente con los valores de los miembros de la comunidad (Chong y Druckman, 2007).

La investigación existente también enfatiza que la capacidad de los grupos de interés para participar en este proceso de construcción de marcos cognitivos depende en gran medida de los cambios de preferencias y de los atributos temáticos (Kingdon & Thurber, 1984). Las transformaciones políticas (cambios en las élites políticas, en el poder ejecutivo, en las alianzas estratégicas entre los estados, o la transformación de los puntos de vista de los ciudadanos y las élites políticas en ciertos asuntos) generan nuevas oportunidades para presionar la entrada de nuevos temas en la agenda. Los estudiosos de la agenda enfatizan que es más probable que los grupos de interés promuevan el cambio de política para aquellos temas que son de amplio alcance (no especialmente técnicos, de alta importancia social, de larga relevancia temporal y de definición imprecisa) cuyo impacto es intenso, y que tienen un impacto directo en la vida de las personas (Cobb & Elder, 1972; Zahariadis, 2016). La pregunta clave es si los ciudadanos responderán a la información proporcionada por los grupos de interés de manera diferente cuando el proveedor de información es un sindicato, un grupo empresarial o una organización no gubernamental. De esta forma, es posible suponer que la capacidad de los grupos de interés para alterar de alguna manera las percepciones de los ciudadanos sobre los problemas variará dependiendo de si la organización que lidera el proceso de cambio de política muestra un compromiso importante con la causa, y / o demuestra un compromiso con los estándares de transparencia y el cumplimiento de las regulaciones existentes.

Adicionalmente, es necesario considerar que las percepciones de los ciudadanos sobre los grupos de interés no deberían ser homogéneas. Con la excepción de los sindicatos (ver Boris, 2012 para una revisión), no hay un análisis sistemático sobre cómo perciben los ciudadanos a los grupos de interés. La evidencia de varias décadas en la Encuesta Mundial de Valores muestra que los ciudadanos tienen mucha menos confianza en los grupos económicos como los sindicatos y las empresas que en los grupos ecologistas, las asociaciones de mujeres y los grupos benéficos, y estas diferencias están aumentando desde 1999 hasta el presente. Curiosamente, para el caso de España, los resultados son muy similares con el resto de las democracias avanzadas, con la excepción de las asociaciones de mujeres, para las cuales los ciudadanos españoles muestran un apoyo significativamente menor (World Values Survey). También se dispone de datos empíricos sobre las percepciones de las élites políticas en el ámbito europeo hacia los grupos de interés y el cabildeo (Burson Marsteller, 2013, p. 56). En esta encuesta, los diputados españoles perciben una “falta de transparencia” (el 46% cita este como el aspecto más negativo del cabildeo en comparación con un promedio europeo del 26%). Solo el 5% de los encuestados en España están preocupados porque las élites y los ricos tengan un peso indebido en la toma de decisiones (aproximadamente cinco veces menos que la media europea). El aspecto más positivo del cabildeo, identificado por el 59% de los representantes españoles encuestados, es que garantiza la participación de los actores sociales y económicos y de los ciudadanos en el proceso político (La media europea es del 37%). Solo el 12% cita la oportunidad de plantear la importancia local o nacional de un problema como el aspecto más positivo (frente a una media europea del 20%). Estos datos proporcionan cierta información sobre cómo las elites políticas y el público en general perciben los grupos de interés.

Tenemos un conocimiento bastante limitado sobre en qué medida los grupos de interés están haciendo un buen trabajo o no; bien sea que trabajen para aumentar el bienestar social o, por el contrario, trabajen para obtener la mayor cantidad posible de rentas de la sociedad siguiendo exclusivamente intereses particulares. En algunas ocasiones, los principales escándalos vinculados a las prácticas de las organizaciones o los abusos reglamentarios que perjudican a una gran parte de la población se encuentran en las primeras páginas de los medios de comunicación. Sin embargo, la mayor parte del tiempo, la información sobre las acciones de los grupos de interés no se encuentra en los medios, especialmente para los grupos financieros y empresariales que tienen una influencia importante sobre su financiación a través de la publicidad. Las prácticas de influencia en los procesos de gobierno pueden traer grandes beneficios, pero igualmente pueden crear problemas, y en estos casos se evita que sean prácticas públicas.
En este estudio pretendemos abordar esta caracterización delas prácticas de influencia en los procesos de gobierno con el fin de proporcionar una explicación causal de las actitudes hacia los grupos de interés. El interés en el tema se ve reflejado en las iniciativas recientes para la regulación de los grupos de interés y el lobbying en los ámbitos nacional y autonómico, así como en el interés que despierta dentro del discurso de transparencia compartido por múltiples partidos. Esta dinámica legislativa se verá enriquecida por evidencia sistemática sobre la perspectiva que tienen los ciudadanos al respecto del lobbying y cómo se percibe esta actividad en relación con otras formas alternativas de incidir sobre la política. Este estudio atiende esa necesidad mediante un enfoque empírico innovador de métodos experimentales y ciencia ciudadana y pretende ser un aporte académico y aplicado a una cuestión central de la democracia española.

Para ello, planteamos tres objetivos:

1- Desarrollar un modelo teórico de actitudes ciudadanas hacia los grupos de interés que tenga en cuenta la forma de interacción con los representantes políticos y la naturaleza de los intereses.
2- Explicar las actitudes ciudadanas hacia los grupos de interés mediante técnicas experimentales que permitan concluir sobre las relaciones causales entre los múltiples atributos de las actividades de lobbying (tipos de organización, alcance de la iniciativa, y prácticas) y las actitudes ciudadanas hacia estas actividades.
3- Caracterizar las actitudes ciudadanas hacia los grupos de interés, describiendo la forma en que éstas dependen de atributos particulares del individuo (efectos heterogéneos).

La estrategia empírica hace uso de métodos experimentales de investigación a nivel individual para explicar las actitudes ciudadanas hacia los grupos de presión y los procesos de interacción entre los ciudadanos y los representantes políticos. Este enfoque es innovador en el ámbito de estudio de los grupos de interés en la medida en que incorpora la perspectiva individual a un área que se ha centrado en el estudio de sistemas políticos o de actores como los representantes y las empresas, ignorando por tanto el rol del individuo en su función de objeto de los esfuerzos de transparencia. Esto implica ampliar el área de estudio para considerar a la opinión pública como un factor relevante en los procesos de política pública. Adicionalmente, el hecho de extender el enfoque de grupos de presión para incluir múltiples formas de interacción entre los ciudadanos y sus representantes genera una perspectiva comparada que permite conocer el valor relativo de las acciones de lobbying directo con la presión de organizaciones que actúan en los medios o desde la calle.
El enfoque experimental permite obtener conclusiones causales. Independientemente del tipo de población que participe en el estudio, al variar aleatoriamente ciertos aspectos de una encuesta entre grupos de encuestados, es posible asegurarse que las diferencias sistemáticas en las actitudes y el comportamiento post-tratamiento de los encuestados son atribuibles únicamente a las manipulaciones experimentales. De esta forma, se obtiene una validez interna y es posible inferir sobre las actitudes hacia los grupos de interés en el contexto del diseño experimental.
El proyecto se basa en dos encuestas. La primera se realizará online a una muestra representativa de la población que participa en el estudio motivada por una compensación económica. Este enfoque permite hacer descripciones válidas para generalizar a la población española, pero implica algunas limitaciones en términos del interés por el tema que tienen los encuestados. Por esta razón, y considerando las limitaciones de este enfoque “cerrado” en los estudios académicos, este proyecto propone una innovación metodológica para realizar una encuesta alternativa carácter colaborativo mediante un enfoque de ciencia ciudadana. Se busca realizar una convocatoria abierta a participar voluntariamente en una encuesta online, de tal forma que se atraiga a quien esté interesado en el tema del estudio. Para ello, la prensa es un socio natural, considerando la posibilidad de generar contenidos de alto interés mediante la participación directa de sus lectores y la capacidad de difundir los resultados del estudio.
El proyecto se centra en explicar las actitudes ciudadanas hacia los procesos de interacción entre los ciudadanos y los representantes políticos, y por ello parte de caracterizar estos procesos a partir de múltiples atributos. Se propone un modelo de caracterización de estas interacciones, el cual surge de la investigación sobre grupos de interés (Tabla 1).

Tabla 1 – Atributos de las interacciones entre los ciudadanos y los representantes políticos
Actor
-Empresa
-Sindicato
-ONG
-Grupo ciudadano
Posición
-En contra
-A favor
Pretensión
-Cambiar completamente la regulación
-Modificar algunos aspectos de la regulación
-Generar debate público
Transparencia
-La iniciativa está publicada en su web
-No se conocen los detalles de la iniciativa
Acción
-Organizar una protesta
-Contactar con miembros del gobierno
-Lanzar una campaña mediática
Conformidad
-Cumple con todos los requisitos legales
-No cumple con los requisitos legales

Para evaluar las actitudes ciudadanas hacia estas interacciones (y sus posibles combinaciones de atributos), se utiliza un método experimental que permite sobrellevar las limitaciones que surgen cuando se busca analizar procesos de toma de decisiones multidimensionales. En estos casos, los diseños experimentales comunes pueden identificar los efectos causales de una manipulación experimental en su conjunto, pero normalmente no permiten a los investigadores determinar qué componentes de la manipulación producen los efectos observados. Usualmente, los tratamientos experimentales varían entre los que están compuestos por muchos atributos que están mezclados, haciendo que sus efectos únicos sean imposibles de identificar, o los que presentan a los sujetos con tratamientos compuestos y varían sólo unos pocos componentes de esos tratamientos. Este tipo de diseños no permiten por tanto descomponer los efectos del tratamiento. Por esta razón, se propone una técnica de investigación experimental conocida como análisis conjunto. Se trata de un enfoque que permite identificar los efectos causales de varios componentes de un tratamiento en experimentos de encuesta. De esta forma, es posible identificar y estimar los efectos causales de muchos componentes de tratamiento simultáneamente. Debido a que las estimaciones representan efectos sobre el mismo resultado, éstas pueden compararse en la misma escala para evaluar la influencia relativa de los componentes y evaluar la plausibilidad de múltiples teorías. La metodología de análisis conjunto se desarrolló en los años setenta y es comúnmente utilizado por los investigadores de marketing para medir las preferencias de los consumidores, pronosticar la demanda y desarrollar productos. En las últimas décadas se ha extendido en las ciencias sociales y se ha utilizado para el estudio de las actitudes ciudadanas (para una revisión de la literatura véase Hainmueller et al. 2014).

 

Referencias

Burson Marsteller. (2013). Effective Lobbying in Europe – The Views of Policy -Makers. Burson Marsteller, 80.

Chong, D., & Druckman, J. N. (2007). Framing theory. Annu. Rev. Polit. Sci., 10, 103–126.

Cobb, R. W., & Elder, C. D. (1972). The dynamics of agenda-building. Classics of Public Policy, 128–136.

Jones, B. D., & Baumgartner, F. R. (2005). The politics of attention: How government prioritizes problems. University of Chicago Press.

Kingdon, J. W., & Thurber, J. A. (1984). Agendas, alternatives, and public policies (Vol. 45). Little, Brown Boston.

Rasmussen, A., Mäder, L. K., & Reher, S. (2017). With a Little Help From The People? The Role of Public Opinion in Advocacy Success. Comparative Political Studies, 001041401769533. https://doi.org/10.1177/0010414017695334

Schneider, A., & Ingram, H. (1993). Social construction of target populations: Implications for politics and policy. American Political Science Review, 87(2), 334–347.

Zahariadis, N. (2016). Powering over puzzling? Downsizing the public sector during the Greek sovereign debt crisis. Journal of Comparative Policy Analysis: Research and Practice, 18(5), 464–478.

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